“A teacher, instructor; one who gives instruction in some branch of knowledge, or inculcates opinions or principles.
First entry for “doctor” in the Oxford English Dictionary

jueves, 24 de junio de 2021

Estatinas en la prevención de tromboembolismo venoso (TEV)

La asociación entre el tratamiento con estatinas y la disminución de riesgo de tromboembolismo venoso es un efecto no completamente aclarado. En las dos últimas décadas se ha observado, en diferentes ensayos clínicos, estudios observacionales y metaanálisis, la disminución de dicho riesgo en diferentes contextos clínicos y con diferentes fármacos. Este artículo pretende revisar los conocimientos acumulados al respecto, en los diferentes trabajos, hasta los más actuales y exponer algunos conceptos fisiopatológicos, que pretenden relacionar tratamiento con estatinas y tromboembolismo venoso (TEV).

Estatinas y riesgo endotelial

Desde hace décadas existen datos que indican el beneficio endotelial del tratamiento con estatinas. El paradigma actual se mueve hacia considerar que la mejora intensiva del estilo de vida y la terapia agresiva con estatinas son dos pilares en la prevención de la enfermedad cardiovascular (ECV). Por demás, parece claro que, en pacientes con alto riesgo, el tratamiento agresivo para reducir los factores de riesgo debe instaurarse precozmente y mantenerse durante años. Dado que el período de incubación y los signos y síntomas de la aterosclerosis abarcan décadas, los ensayos aleatorizados de pocos años de duración brindan escasa información sobre los resultados del tratamiento con estatinas entre los 40 y los 60 años de edad. En este sentido, la reconsideración de los objetivos y la aceptación de la magnitud del problema de la ECV, reafirman la importancia del uso de estatinas, además de ser estrictos en el cumplimiento de las medidas de cambio a hábitos saludables, en la prevención de eventos (1).

La inflamación está involucrada en todas las fases de la aterosclerosis y el proceso avanza implacablemente durante décadas a lo largo de la vida. La proteína C reactiva ultrasensible (PCR-hs) (Figura 1) (*) es un marcador de inflamación inespecífico bien estudiado, que puede reflejar un riesgo general para la salud. Además la PCR-hs es un predictor independiente de eventos cardiovasculares futuros, pero la participación directa en la aterosclerosis sigue siendo controvertida. La PCR-hs proporciona información sobre la activación de las citoquinas que provocan la inflamación. Los niveles altos de PCR-hs se asocian con disfunción endotelial. En las guías se recomienda acepta el uso de PCR-hs para la valoración de riesgo vascular en pacientes específicos con riesgo intermedio.

(*) La proteína PCR-hs es un reactivo de fase aguda descubierto por Tillett y Francis en la Universidad Rockefeller en 1930 en sangre de pacientes con neumonía. Se cristalizó en 1947 y más de 70 años después, todavía existe controversia sobre su fisiología y aplicaciones en biomedicina. La proteína PCR-hs es una pentraxina compuesta por 5 subunidades (Figura 1) que se sintetiza principalmente en el hígado y desempeña un papel activo en la regulación del sistema inmunológico innato. Dado que los niveles de ARNm de PCR-hs aumentan en el tejido adiposo a medida que la expresión de PCR-hs aumenta in vitro por la interleucina-6 (IL-6), las células adiposas también tienen cierta capacidad para sintetizar PCR-hs. La inmunidad innata y la inmunidad adaptativa modulan significativamente la aterosclerosis, con potencial pro y antiaterogénico (1).

Las concentraciones de PCR-hs entre 2 y 10 mg/L se consideran signo de inflamación metabólica y resultado de las alteraciones que causan arteriosclerosis, así como en el curso de la diabetes.

Figura 1: Estructura cristalina de la PCR-hs. El gen PCR se encuentra en el cromosoma 1 (1q23.2). Es un miembro de la familia de las pequeñas pentraxinas. El monómero tiene 224 aminoácidos y una masa molecular de 25,106Da. En suero, se ensambla en una estructura pentamérica estable con forma discoide.